Características de la evaluación educativa

¿Cómo es la evaluación educativa que nos ayuda a aprender? Este espacio es un viaje por las diferentes características que hacen de la evaluación educativa una compañera que garantiza nuestro aprendizaje. ¡Viajeros, viajeras, al tren! Vamos a profundizar en las diferentes características que conforman una evaluación educativa. ¡Arrancamos!

Primera parada: Formación. La evaluación educativa es formativa. Es decir, nos facilita información para conocernos mejor, para conocer nuestras capacidades e intereses, el contexto en el que estamos, la calidad de los procesos de aprendizaje que estamos desarrollando, el valor de los productos que vamos elaborando. En definitiva, nos ayuda a conocer las fortalezas y debilidades, los obstáculos y facilidades, que nos encontramos en el presente, así como las posibilidades de mejores escenarios futuros.

Segunda parada: Equidad. La evaluación educativa es transparente, equitativa y justa. Las personas evaluadas deben conocer detalladamente qué se va evaluar, cómo se va a evaluar y quién lo va a evaluar. Los aprendices tienen que ser informados y tienen que comprender los criterios en función a los cuales se les va a evaluar. Sólo con transparencia se evitan arbitrariedades e injusticias. Y sólo con justicia y equidad podemos confiar en el sistema en el que estamos y esa confianza es imprescindible para aprender.

Tercera parada: Diversidad. La evaluación educativa es flexible y plural. Si aprendemos en un contexto de aprendizaje rico y complejo, la evaluación educativa tiene que responder a esa complejidad y a las diferentes necesidades de las personas implicadas en él, tiene que responder a la diversidad de contextos y de personas. Por tanto, debe ser flexible, en primer lugar, en su naturaleza. Unas veces valoran nuestro aprendizaje nuestros docentes, otras nuestros compañeros y nuestras compañeras e incluso puede haber personas invitadas, externas al proceso, que realicen valoraciones de lo que aprendemos. También puedo valorarme yo mismo o yo misma a través de la auto-evaluación. Esto requiere la utilización de diferentes estrategias y técnicas de evaluación y por eso hablamos de pluralidad.

Cuarta parada: Autenticidad. La evaluación educativa es relevante y auténtica. Los exámenes, por ejemplo, con frecuencia se centran en valorar lo que podemos recordar al aprender de memoria, algo que ciertamente es poco relevante. O, a veces, colaboramos en un trabajo grupal o desarrollamos una actividad muy completa en una práctica y se nos evalúa individualmente con lápiz y papel, algo que no tiene que ver con el trabajo que hemos hecho donde hacíamos mucho más que escribir y lo hacíamos en grupo. Eso hace que la evaluación no nos sirva para aprender. Para que nos sirva tiene que valorar aquello que es relevante para desarrollar competencias y evaluarlo con autenticidad, del mismo modo que lo hemos aprendido, como si fuera un espejo que nos devuelve una imagen de en qué punto del camino estamos.

Quinta parada: Globalidad. La evaluación educativa es global e integral. Evalúa todas las dimensiones de las competencias, no sólo conocimientos, sino también habilidades, actitudes, valores y emociones.

9238-modified

¡¡¡Enhorabuena!!!

El paso por todas las características anteriores te ha llevado al país de la evaluación educativa.

Descargar archivo

Cuentanos sobre ti

Aviso de Cookies

Este sitio web utiliza cookies propias y de terceros para mejorar la experiencia del usuario y analizar el uso del sitio. Al continuar navegando en el sitio, acepta el uso de estas cookies. Si desea más información sobre las cookies que utilizamos y cómo puede gestionarlas, consulte nuestra Política de Cookies.