¿Qué elementos componen el viaje del portafolio? ¡Miremos en la mochila!
Del mismo modo que antes de partir de viaje, una de las cosas que hacemos es revisar lo que llevamos en la mochila, en el viaje de aprendizaje que supone el portafolio, es bueno empezar por una presentación donde examinemos quiénes somos en ese momento, por qué estamos allí, cómo hemos llegado hasta allí y cómo estamos con respecto al desarrollo de las competencias que tengamos que desarrollar en ese proceso de aprendizaje. Por eso, un elemento que con frecuencia compone un portafolio es una presentación personal. Esta presentación es una herramienta útil para ayudarnos a organizar nuestro portafolio, porque nos sirve como punto de referencia y de registro de cómo estábamos al empezar el proceso, permitiéndonos valorar nuestro desarrollo.
Otro elemento fundamental del portafolio es el diario de aprendizaje. Uno de los procesos clave en el portafolio es la reflexión. El diario de aprendizaje es el elemento que articula esa reflexión, porque nos permite registrar qué vamos aprendiendo a lo largo del tiempo y cómo lo vamos aprendiendo, qué nos ayuda a aprender mejor, qué aprendo individualmente y en grupo, qué emociones acompañan mi proceso de aprendizaje… Se trata de describir las situaciones que me han ayudado a aprender, tanto en relación a la teoría como a la práctica, los sentimientos que me han despertado, comprender las conexiones con mi experiencia personal que me hacen aprender de ellas, explicarlas y sacar conclusiones para seguir aprendiendo. En definitiva, nos permite auto-evaluarnos a lo largo de todo el proceso, identificar nuestras fortalezas y debilidades, decidir por dónde seguir aprendiendo y desarrollar nuestra competencia para aprender de forma autónoma a lo largo de toda nuestra vida.
Además de estos elementos que pueden ser comunes para cualquier proceso de aprendizaje, tu profesorado te ofrecerá una serie de actividades que deberán incluirse en el portafolio como tareas obligatorias. Como hemos venido señalado a lo largo de nuestro viaje, estas tareas estarán diseñadas para que puedas desarrollar las competencias profesionales que tu titulación requiera, es decir tienen un sentido y un contenido además de un proceso práctico para experimentar con estas ideas. Una potencialidad que tiene el portafolio es que, aunque puede incluir resultados de exámenes o pruebas objetivas, permite recoger evidencias de aprendizaje de tareas más complejas que permitan valorar las competencias porque posibiliten poner en juego todas sus dimensiones, que te recordamos que eran conocimientos, habilidades, actitudes, valores y emociones. En este sentido, podrían ser tareas que sean muy parecidas a lo que tendrás que hacer cuando seas un profesional y el portafolio permitirá valorarlas en toda su complejidad.
Es lo que llamamos tareas auténticas, que se desarrollan en un contexto similar al del futuro profesional y, por tanto, son muy significativas para ti; son tareas abiertas que no tienen una única respuesta y que, por tanto, cada quien tiene que tomar decisiones porque se pueden elaborar de diferentes maneras; y, obviamente, todo esto hace que sean tareas complejas y exigentes, donde ya no se trata sólo de memorizar, sino de actuar, entendiendo, relacionando, sintetizando y organizando la información para intervenir sobre una situación relevante, por lo que suelen ser tareas grupales, con una secuencia de subtareas que se extienden a lo largo de un período extenso en el tiempo. El portafolio permitirá que puedas recoger evidencias de estas tareas en toda su complejidad.
Además de las tareas obligatorias que te encomiende el profesorado, siempre puedes incorporar todo aquello que creas que te sirve para evidenciar tu aprendizaje en forma de tareas voluntarias. Quizás has leído más allá de las lecturas obligatorias y eso te haya hecho desarrollar aprendizajes valiosos que te gustaría reflejar, o has hecho actividades extra como asistir a una conferencia o una proyección que te ha hecho aprender sobre la materia en cuestión y quieres incluir lo que has aprendido de ello en tu portafolio. Incluso puede que estés interactuando en redes sociales y te topes con un recurso que tiene relación con este proceso de aprendizaje y te ha hecho aprender algo que quieres recoger en el portafolio. O a lo mejor estabas hablando con tu grupo de amigos y amigas y en la conversación ha surgido algo que te ha hecho comprender mejor un aspecto de lo trabajado en clase. Todo esto puede recogerse en tu portafolio como tareas voluntarias y lo convertirán en tu viaje de aprendizaje único y personal.
Al final, el elemento culminante de tu portafolio es la presentación final. que harás para la calificación y que tu profesorado te explicará cómo desarrollar. Se trata de realizar una tarea que recoja todo el proceso de aprendizaje, que permita que cualquier persona que acceda a tu portafolio pueda entender la historia de tu proceso de aprendizaje y que esta esté apoyada en diferentes evidencias significativas que hayas recogido a lo largo del proceso.