Seguramente lo que más has hecho en tu trayectoria escolar, son exámenes que, en la mayoría de los casos, te pedían reproducir información, con lo que bastaba con memorizar grandes cantidades de texto. Seguramente también has olvidado gran parte de esa información, por tanto, aunque en su momento a partir de esos exámenes se valoró que estabas preparado o preparada para promocionar al siguiente nivel, ¿se valoró también lo que habías aprendido realmente, teniendo en cuenta que en gran medida lo has olvidado?, ¿memorizar es aprender, si se me olvida?, ¿poner nota es evaluar?, ¿te han ayudado los exámenes a desarrollar competencias como comprender el conocimiento o usarlo para valorar una situación e intervenir sobre ella?, ¿te han ayudado a promover tu competencia para colaborar o seguir aprendiendo?, ¿y si te decimos que hay una forma de evaluar que sí te puede ayudar a aprender y desarrollar competencias?
¡Empieza tu viaje por el país de la evaluación educativa!
¿Qué es? Una evaluación que parte de tus aprendizajes y que te ayuda a seguir aprendiendo y a entender cómo y de qué modo puedes mejorar. Se trata de que la evaluación sirva no solamente para controlar y clasificar sino también para aprender.
En este viaje, partimos de la evaluación de los aprendizajes para iniciar un viaje que nos llevará hasta la evaluación para el aprendizaje e incluso hasta la evaluación como aprendizaje.
Hasta ahora hemos viajado, más que a través de la evaluación, por el territorio de la calificación. Le llamamos evaluación, porque tendemos a confundirlo, pero lo que hacemos habitualmente en la universidad tiene que ver con la calificación. La calificación es necesaria en la enseñanza post-obligatoria, universitaria o profesional porque necesitamos certificar que alguien ha desarrollado las competencias necesarias para pasar al siguiente nivel o ingresar al mercado laboral. Pero sirve poco para aprender, porque no se ocupa ni de las causas, ni del proceso, por el que se han alcanzado los resultados que mide, clasifica o certifica. Por lo tanto, no es suficiente para informar y mejorar el proceso de enseñanza y aprendizaje, es decir, para que aprendamos tanto estudiantes como docentes. La evaluación enriquece la calificación porque permite que esta sea fruto del diálogo entre docente y estudiante.
Si sólo hay calificación, podríamos decir que es como esos viajes donde en un tour de pocos días te enseñan un país o una región entera o una ciudad enorme, has conseguido terminar el viaje, pero lo que has aprendido sobre ese país, región o ciudad es muy superficial, y cuando te dejen en solitario en él, tendrás bastantes dificultades. En definitiva, ese viaje no se habrá convertido en una experiencia de vida que te cambie como persona y te deje aprendizajes valiosos para tu vida a la vuelta.
Por tanto, además de calificación, necesitamos evaluación, que convierte el viaje en algo más reposado donde nos paramos a mirar no sólo los principales monumentos (los resultados) sino que nos quedamos tiempo para entender el contexto donde se han creado y el proceso por el que se han creado. Porque la evaluación educativa, no sólo se ocupa de los resultados, de los productos, sino también de los procesos y de los contextos en que se produce el aprendizaje. Esto permite reorientar los procesos cuando no van bien, volver sobre tus pasos a un punto anterior del camino para coger otro recorrido si el que has tomado no te ha llevado al lugar deseado. Por tanto, da la posibilidad de adaptar los procesos de aprendizaje a las necesidades e intereses de los estudiantes concretos, a sus propios ritmos de aprendizaje y a las peculiaridades de cada contexto.
Calificación | Evaluación educativa |
Tiene que ver sobre todo con medir. | Tiene que ver sobre todo con apoyar la mejora. |
Mira hacía atrás. | Mira hacía adelante. |
Se centra en la cantidad y en los defectos. | Se centra en la calidad y en las fortalezas. |
Normalmente se realiza al final de un trabajo o estudio. | Tiene lugar continuamente cuando estamos aprendiendo. |
Preguntas clave: ¿Se sabe el programa? ¿Domina la materia y los ejercicios prácticos ? ¿Qué nivel tiene: aprobado, notable, etc.? | Preguntas clave: ¿Cómo ha progresado? ¿Qué dificultades tiene todavía? ¿Qué ayuda necesita ahora? |
Sólo la evaluación educativa nos permite llegar al país de la evaluación como aprendizaje, donde la evaluación es un compañero constante de viaje que nos permite obtener información para saber cómo vamos, nos permite valorar si tenemos que cambiar algo en el camino y nos permite decidir por qué camino seguir a continuación, permitiéndonos desarrollar la competencia de seguir aprendiendo a lo largo de toda nuestra vida. Y esto no sólo nos ofrece información a nosotros como estudiantes sino también a los docentes para fundamentar también la calificación que tienen que hacer para certificar que estamos preparados para ingresar al mundo laboral.
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